Life in a PC

Quiero comprar un laptop. Pero no precisamente por capricho o necesidad imperiosa, sino llevada por el miedo de que mi pequeño PC-cito atrape para siempre los datos que con esmero he cuidado desde hace algo más de dos años. PC-cito es un IBM Thinkpad A31 que vio la luz por primera vez hacia el año 2002, mismo año en que yo terminaba mi bachillerato, alcanzaba la mayoría de edad y abandonaba un futuro por todos considerado como determinado en el estudio de las bellas artes. Yo vine, sin embargo, a conocerle en el 2006, mientras pasaba un semestre de poco aprendizaje y mucho futbol en muy ilustre pero no suficientemente bello pueblo [Kleinstadt, dirían los nativos orgullosos -y algo engañados-] de Frankfurt an der Oder. Ante la necesidad de mantenerme en contacto con quienes habían permanecido en Bogotá y las condiciones no del todo favorables bajo las cuales se podía acceder a la sala de informática de la universidad, decidí comprar un computador de segunda suficientemente bien equipado para poder darle buen uso durante al menos un par de años más. Y eso se logró con éxito, cabe decir.

Aunque realmente aprecio la eficiencia, velocidad y capacidad que el computador tiene -1GB en RAM, Pentium IV de 1,8 Ghz, 40Gb de disco duro (evidentemente alguien le metió mano)- no puedo negar que presenta varios problemas que modelos más recientes no presentan. Por una parte, el modelo no tiene tarjeta WiFi integrada y quien me lo vendió -un turco por e-bay- no incluyó accesorio alguno para conexión inalambrica a internet. Por otra parte, lo que se ofrecía como lector/quemador de CD/DVD resultó siendo, tan sólo lector/lector. Por último, y lo que genera mayor preocupación en mi, de 2 puertos USB instalados, hoy en día tan solo sirve uno, y a medias. Esto último es consecuencia del trajín y las manitas destructivas de mi hermano, que no contentas con retirar las memorias usb alguna vez insertadas, retiraron de paso un pedacito del puerto.  Mi preocupación radica en no poder de ninguna manera hacer backup de las decenas de pdf, centenares de fotos y miles de canciones -ah, claro, y de los archivos de word de la tesis y otras vergonzosas muestras de mi incapacidad escribiendo-, por no poder quemar discos ni grabar vía usb en unidades externas. He hecho averiguaciones para “enchular” el computadorcito un poco más: conseguir la tarjeta WiFi, quitarle la unidad de disquette, cambiar el lector/lector por lector/quemador, poner puertos nuevos, conseguir un disco duro de mayor tamaño, ampliar memoria RAM… Con mucho pesar, debo decir que no es viable; de poder encontrar los repuestos adecuados, el costo de las mejoras alcanzaría casi el precio de un laptop nuevo de los baraticos. Y teniendo la máquina 6 años de vida, ésta quizá no sea una buena opción.

Decidí, entonces, que lo mejor sería comprar un nuevo computador. No sé bien qué hacer con éste, desde el cual escribo, pues las ofertas que me han hecho no me resultan del todo satisfactorias. Básicamente, lo que busco con este post es que alguien me asesore un poco para la nueva compra. Me gustaría seguir con los Thinkpad -he oido que las series R, T, y X se parecen mucho a mi PC-cito, pero sin tanta desventaja-, pero no sé si resulten demasiado caros. Aunque no puedo negar que por momentos un Macbook suena tentador, el precio de la maquinita -y el hecho de saber que para jugar pioneers of perú y leer twitter no se necesita tanta máquina- me disuade fácilmente. Otra opción sería algo parecido al bebé de Spiegelein, uno de esos HP con pantalla rotadora, pero no sé qué tanto me convenga. Hoy mi hermano llegó hablando maravillas de los Dell, pero por prejuicio inexplicable en este espacio, no logran convencerme.

Lo que yo necesito es un computador que me deje estar en internet, oir música, escribir en word y molestar con fotos y otros gráficos simultáneamente; un computador que preferiblemente no venga con el horror aquél de Windows Vista indefectiblemente instalado y que sea Ubuntu-friendly; un computador que no pese los 5 kilos que pesa PC-cito, que no se rompa con mirarlo y que no se dañe facilmente -pero que en caso de hacerlo, haya manera de conseguirle partes sin tener que ir al mercado negro de Siria y ofrecer un riñón a cambio-; un computador para uso diario y continuo. Ah, y claro, un computador cuyo pago no me obligue a vivir con mi mamá durante los próximos 10 años por tener que saldar una deuda enorme.

¿Qué me recomiendan?